domingo, 13 de enero de 2013




Estábamos mi madre y yo en un restaurante sardo en Florencia (Terra-Terra) y mi madre me dijo: «tiene que haber una heladería buena por aquí porque hay que ver la cantidad de gente que va comiendo un helado». Observé a los portadores de helados y comprobé que no eran turistas, con lo que la búsqueda del local era irremediable.

Así fue, al salir del Terra-Terra vimos la heladería, llena de oriundos. Se llamaba Grom y tenía pinta de heladería de cuando era pequeña.

Una chica encantadora nos dejó probar muchos sabores y finalmente escogimos uno de avellanas (riquísimo) y otro de crema de grom combinado con coco con chocolate. ¡Deliciosos!

Fuimos el día siguiente y en esta ocasión lo comimos de pistacho combinado con marrón glacé. Para desmayarse.

Era un día de niebla muy espesa y no había nadie más en la tienda, así que aproveché para preguntar qué significaba su slogan “il gelato comme una volta” y me dijeron que era “el helado como los de antes”. ¡Ahora lo entiendo!

Al volver empecé a investigar y me enteré de que la filosofía de Grom es utilizar la mejor y más sana materia prima para dar el mejor producto. ¡Bravo por Grom! 

Empezaron en Turín y ya están en toda Italia y en el extranjero: Malibú, New York, Osaka, París y Tokio. Ojalá vengáis pronto a Barcelona. 

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