Consigna: Digresión. Se
trata de una figura retórica de amplificación que tiene el efecto de romper el
hilo del discurso con un cambio de tema intencionado.
Basado en hechos reales y dedicado a mi buena amiga Patri Gallart
Digresión en Gandesa
Al salir del restaurante, Patri y Paula se
quedaron boquiabiertas. Era sábado, cinco días después de una nevada histórica
en Barcelona, y en pleno barrio de Les Corts, a las cuatro de la tarde, un
ciclista paseaba por la acera de la calle Gandesa con total parsimonia. Hasta
aquí, todo es normal.
—Paula, ¿has visto a ese tío? —preguntó
Patri.
—No lo he visto, Patri, lo estoy viendo.
—¡Pero si va en pelota picada!
El anciano pedaleaba con ritmo sabrosón. Las
dos habían oído hablar de un abuelete que circulaba en bicicleta por Barcelona
desprovisto de atuendo, pero pensaban que era una leyenda urbana más y, por
supuesto, veraniega. Al parecer, se trataba de un hombre que protestaba contra
leyes absurdas, como la de multar a alguien por entrar en un establecimiento
sin camiseta, pero no hacerlo si ese alguien paseaba desnudo por la ciudad.
—Luego me dices que se me va la pinza
cuando digo que la gente está fatal —apuntó Patri, antes de explotar en una
carcajada mutua, que las hizo doblarse de risa.
Durante la comida habían estado comentando
lo difícil que se había puesto encontrar gente «normal», es decir, gente
comprometida con su trabajo, preocupada por cultivarse, por crecer por dentro,
por cuidar su aspecto, por conservar la unión familiar (aunque sonara pepero), con cierta conciencia social,
responsable en sus decisiones y en cómo éstas afectan a su entorno... Según
ellas, lo normal ya no era habitual.
Siguieron con la vista al ciclista nudista
y observaron la flaccidez de sus sexagenarios, que no sexis, glúteos. La gente
se giraba a su paso y buscaba la cámara oculta.
—Pues a mí me gusta vivir en una ciudad
donde puedes ir en bolas —aseveró Paula.
—Bueno, pues ahora no me digas que no
ponga ese anuncio en Meetic.
—Pero, ¿qué tiene que ver el abuelo majara
con el anuncio que me has comentado?
—Ay, Paula, pues es acertado: «Sujeto
busca predicado para formar oraciones copulativas». De este modo garantizas que
sólo los que entiendan estos conceptos responderán a mi anuncio, y te sacas de
encima a toda la morralla de iletrados que no saben escribir sin faltas de
ortografía.
Se dirigieron en silencio hacia su
cafetería preferida.
—¿Qué? ¿No dices nada? —se impacientó
Patri buscando la mirada de Paula, quien al cabo de unos segundos respondió:
—Creo que tienes que dejar de ver Sálvame.
Y ambas volvieron a llenar la calle
Gandesa de risas sonoras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario