Roda el món i torna al Born (II)
Vamos a la
calle Montcada, que en su día fue una calle señorial como hoy lo es el Paseo de
Gracia. En ella se habían construido varios palacios, uno de ellos hoy alberga
el Museo Picasso.
Todos tenían una estructura muy similar: entrada con porticón
y patio para los caballos y escalera ancha para subir a las viviendas. Existían
unas ventanas con celosías que servían para cotillear a los vecinos. Eran muy
frecuentes en Barcelona, hasta que se prohibieron porque desde una de ellas se
cotilleaba la zona de aseo de unas monjas.
En la calle
dels Mirallers nació Pi i Margall. Hijo de sastres, entró en un seminario para
poder estudiar. Luego estudió en la Universidad y llegó a Presidente de la
Primera República durante un mes. Durante ese mes quiso abolir la esclavitud y
que los niños trabajaran. Con semejantes proyectos no duró más de cuarenta
días.
En el Born es
frecuente ver esquinas a las que les han quitado un trozo, para que los coches
de caballos pudieran girar sin inconvenientes.
El edificio que
alberga el restaurante Sagardi está claramente abombado. Fue el único que aparentemente sobrevivió a
los continuos terremotos del año 1428.
Llegamos a
Santa María del Mar , construida en
el siglo XIV, durante 52 años, con piedras de Montjuich, traídas por bastaixos, que tienen un homenaje en la puerta
principal de la Basílica.
Pertenece al
gótico catalán, sobrio, con líneas horizontales, pilares poco ornamentados y su
construcción se sufragó, principalmente, con las aportaciones de los vecinos
del barrio de la Ribera (onerosas o laboriosas).
Frente a Santa
Maria del Mar, detrás del bar La vinya del Senyor, está la calle más corta de
Barcelona: carrer Anisadeta, que toma el nombre de un licor elaborado con anís
que bebían los marineros.
Poco a poco los
balcones se van embelleciendo.
En el Pla del
Palau estaba la sede del palacio real, que se incendió. Este palacio tenía un
pasillo que comunicaba directamente con Santa María
del Mar . En los soportales de enfrente, una familia de
indianos construyó su vivienda. Actualmente está el restaurante Set portes y
numerosos bazares.
También hay
farolas diseñadas por Gaudí, en un lamentable estado.
En el Fossar de
las Moreres yacen los restos de los que murieron defendiendo el asedio de
Barcelona por parte del rey Felipe V. Este espacio pertenecía a Bernat Marcús y
la iglesia le pidió que lo donara para enterrar a las personas que iban
muriendo mientras se construía la iglesia. Benat Marcús dijo que lo veía
innecesario y que sólo si moría una persona durante los siguientes 15 días cedería
el terreno. Transcurrido el tiempo, y no habiendo fallecido ningún constructor,
Bernat Marcús fue a hablar con el párroco, pero al pasar por debajo de una
morera, de dio un infarto y falleció.
El Paseo del
Born era el lugar donde se celebraban las justas, también el mercado (hasta que
se construyó el Mercado Central, y también tenían lugar teatros y festejos
varios.
Actualmente
llaman la atención dos bancos: uno tiene unas bombas, como recuerdo al asedio
de Barcelona el 11 de septiembre de 1714. El otro un cofre gigante. Cada gremio
tenía un cofre como éste, en él se guardaban documentos, dinero, era como la memoria
de cada gremio. Lamentablemente, ninguna placa explica la importancia de estos
cofres.
El actual
teatro de La Seca era la fábrica donde se acuñaban las monedas, tenían sistemas
sofisticados para evitar falsificaciones.
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